Page 1 Page 2 Page 3 Page 4 Page 5 Page 6 Page 7 Page 8 Page 9 Page 10 Page 11 Page 12 Page 13 Page 14 Page 15 Page 16 Page 17 Page 18 Page 19 Page 20 Page 21 Page 22 Page 23 Page 24 Page 25 Page 26 Page 27 Page 28 Page 29 Page 30 Page 31 Page 32 Page 33 Page 34 Page 35 Page 36 Page 37 Page 38 Page 39 Page 40 Page 41 Page 42 Page 43 Page 44 Page 45 Page 46 Page 47 Page 48EL MOLINO - Edición Especial 10 AÑOS - 5 Más allá del reflejo de tradiciones y prácticas ancestrales –que no íbamos a obviar, por supuesto–, la revista intenta comportarse casi como un espejo de estos empresarios a cielo abierto, que podían tanto montar a caballo como usar en su celular una app que les permitiera mejorar la producción en su campo. Sin prejuicios ni estereotipos. Así se puede resumir la consigna con la cual nació El Molino. Debíamos reflejar en una revista un nuevo tipo de productor agropecuario que no se circunscribe a la visión conceptual del “gaucho”, aun- que hunda sus raíces en lo más profun- do de la tierra. Esto debía estar presente incluso des- de el diseño, que debía contar con una arquitectura gráfica que siguiera esta misma línea y con una redacción diná- mica, entretenida, con amplitud de te- mas y visiones. Más allá del reflejo de tradiciones y prácticas ancestrales –que no íbamos a obviar, por supuesto–, la revista intentó comportarse casi como un espejo de es- tos empresarios a cielo abierto, que po- dían tanto montar a caballo como usar en su celular una app que les permitiera mejorar la producción en su campo. Quisimos ir más allá. No teníamos que aceptar ningún tipo de anteojeras ideo- lógicas, porque tampoco la tiene la ma- yoría de los productores agropecuarios. Y así, El Molino perdura y se consolida incluso en los momentos de más fuerte debate en la sociedad. Por eso fuimos casi pioneros, por ejem- plo, en mostrar al veterinario que pocos conocían, Juan Carr, el alma mater de Red Solidaria. Juan nos ayudaba en nuestra pretensión de reflejar que los productores de alimentos y los con- sumidores no se desentendían de una sociedad que aún sigue mostrando he- ridas que debemos cerrar. Productores que ponían todos sus esfuerzos en pro- ducir más, aumentar la rentabilidad y mejorar procesos, pero que además se preocupaban por cuidar el ambiente y el progreso colectivo. Reflejar la INNOVACIÓN, mostrar nuestra CERCANÍA con los producto- res, tener FLEXIBILIDAD en la elec- ción de los temas e interlocutores, exponer el PROGRESO en todos los ámbitos de la sociedad, resaltar que los logros sean el resultado de un TRABAJO EN EQUIPO, rescatar la INTEGRIDAD de actores e institu- ciones, destacar la EXCELENCIA y poner énfasis en la producción con RESPONSABILIDAD. Estas palabras resaltadas abundan en El Molino, y no es casual: son los valores que surgen de la madre de este proyecto, la em- presa Biogénesis Bagó. Hoy todos miran a China como un gran mercado que conquistar y admiran la potencialidad del gigante asiático. Desde la primera edición de El Molino ya lo veníamos planteando, porque esta publicación nació al calor de los proyectos de Biogénesis Bagó, que in- vertía fuerte en consolidar el futuro de Latinoamérica como el gran supermer- cado de proteínas del mundo. Una organización en la vanguardia tec- nológica es el paraguas ideal para un proyecto innovador, y también un incen- tivo para la transformación constante. Por eso la revista fue creciendo con cada propuesta de nuestros lectores, con cada crítica, con cada opinión. Hoy las herramientas tecnológicas permi- ten un ida y vuelta incesante y verti- ginoso, que bien administrado puede dar lugar a nuevos horizontes. ¿Una aplicación para celulares con informa- ción continua? ¿Una web que una los recursos editoriales con las necesida- des más inmediatas de sus lectores? Quizás hacia allí siga moviendo sus as- pas El Molino. El tiempo y nuestra ca- pacidad de acción lo irán definiendo. Nunca tuvimos pretensiones de mar- car rutas ni de señalar horizontes, simplemente quisimos ser un lugar de encuentro. Bienvenidos a la revista del 10° aniversario de El Molino. Siéntanse en casa. Este es el trampolín de muchos más encuentros.